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¡Buena onda!

  • Writer's picturePablito Bromo

Discos Bromiscuos: Beach House

A este dúo le tengo harto cariño desde hace más de 10 años. Sus beats dulzones y chulos con estridencias sutiles amalgaman un poderoso dream pop que se transforma en neosicodelia, indie pop y no te suelta.

 

Aun recuerdo su primer álbum del 2006. Me lo regaló un gran amigo músico, que me dijo: «Poneles coco, te van a gustar». Eso habrá sido en el 2010 cuando recién estrenaban su impecable Teen Dream.


Por esos años me mudaba de escuchar muchísimo post punk revival al shoegaze post Smashing Pumpkins, indie pop tipo The Postal Service, Foster the People, Phoenix, MGMT y también The Flaming Lips.

«El regalo cayó como anillo al dedo. Luego conseguí Devotion del 2008 y me pareció muy íntimo. Después Teen Dream del 2010 y me pareció un viaje introspectivo y espacial».

Estaba frente a una banda con sonidos nuevos que fusionaban ternura inocente con agresión rítmica.


Luego le siguieron Bloom del 2012 que es fascinante y Depression Cherry del 2015 que sobreabunda en pliegues tierno-delirantes.

Pablo Bromo Beach House Depression Cherry Teen Dream Bloom
 

Tanto me gustó la banda y las vocales de Victoria Legrand, que lo incluí dentro de una novela que publiqué por esos años en un capítulo que hilvana la narrativa sonora. Se volvió de mis bandas favoritas. Teen Dream y Bloom parecían tener ese toque indie y lo-fi que te mete en un agujero fantástico, tal cual Lewis Carroll con muchos sonidos de My Bloody Valentine, Belle & Sebastian o incluso Pixies.

Beach House Dream Pop Shoegaze Music
 

Luego les perdí la pista y a media pandemia me puse a escucharlos de nuevo. ¡Zas! El primer sablazo en la memoria de buena música, como a veces pasa con Broken Social Scene, Yo la tengo o Pavement. Te acordás que existen y lo grandiosos que son... y lo tanto que han influenciado. En silencio.


Entonces las ganas de querer escucharlos se vuelve una adicción que te inunda, pero estás encerrado por COVID-19 y solo te queda asimilar, analizar y disfrutar encerrado ese baile hipnótico. Los sentí como amiguis.


Mis favoritas de siempre: "10 Mile Stereo", "Myth", "On the sea", "Used to be", "Norway", "Wild", "PPP"; pero resulta que recién acaban de sacar disco nuevo este 2022 y está muy distinto, pero hermoso.

Once Twice Melody Beach House

A ver, cuando digo que Once Twice Melody suena muy distinto es porque ya no son los chicos de hace 15 años. Ambos están entrando a los 40 y, sus sonidos -aunque siguen sonando íntimos-, han cambiado. Por primera vez tenemos el panorama completo de lo que es Beach House. Ya no estamos a medias. Este es el sonido dream pop neosicodélico que habían estado buscando desde los veinte años. El disco lo tiene todo.


Ahora sobreabundan los efectos, los cambios de ritmo, las entonaciones, los estruendos sólidos, los loops insistentes, la depuración sonora, el misterio... el viaje completo. Creo que Victoria Legrand y Alex Scally alcanzaron su sonido propio al 8º disco que, además, viene sobrepoblado con más de 80 minutos de viaje.

«Hay pop folk, synth pop, cuerdas, italo disco, sonidos hippies, lo-fi, shoegaze, poesía... mucho Air, M83, Cocteau Twins, Stereolab...»

Si bien no tiene la sencillez de Bloom o Teen Dream, acá los de Baltimore nos afirman que su sincretismo sonoro está en continuo desarrollo y que tendremos que esperar lo que ofrezcan en la próxima entrega. En resumen, un disco gigante y excelentemente bien hilvanado. "Superstar", "Through me", "Over and over", "Runaway", "Only you know", "Masquerade" "Hurts to love" y "Modern love stories" son mis favs.


Un disco que es una tibia y fabulosa chamarra para enamorados o amantes tristes calientes, que brilla junto a The National o Interpol de alguna extraña manera. Otras dos bandazas.

 
Escritor, cocinero y poeta guatemalteco Pablo Bromo

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