Decir "mejor" suena extremista. Muy dogmático. Prefiero decir: "mis favs del 2024", un año donde el reguetón va perdiendo terreno ante el corrido tumbado, el nuevo híbrido afrobeat y la experimentación urbana con ecos de soul, trap y edm. Acá mis 20 Favoritos del 2024.

20. Kali Uchis – Orquídeas
Si algo me gustó bien de esta nueva propuesta, es la latinización presente. Contrario a sus anteriores, acá marca un cambio en el loop creativo a la hora de componer. El R&B sigue presente, sí, pero "florecen" coqueteos con sus raíces: merengue, dembow y bolero sexy. A lo largo del álbum la lista de colabs impresiona (Peso Pluma, Karol G, Rauw Alejandro); pero el álbum se sostiene solo con una artista empoderada. Muy bueno.
19. C4triel y Paco Amoroso – Baño María
El fenómeno Tiny Desk trajo a los argentinos al mapa, sin embargo hace casi 30 años un par de chavones (Illya Kuryaki and the Valderramas) ya la había roto con rimas jocosas, looks extravagantes y multiplicidad de ritmos. Si no estoy mal, tanto Chaco (1995) como Versus (1997) o Leche (1999) tienen el mismo aderezo picante y chingón que este de los nuevos jefes. Versátil, fácil de escuchar y registro de su época. Muy buen álbum.
18. Jack White – No Name
Volver al origen, al reef pragmático y a la guitarra conectada en el garage es tan Jack White. Me hizo viajar al 2003 del Elephant (TWS). Mucho fuzz, mucho wah, mucho rock sólido y sin redundancia que sobreabunda en esta era digitalizada y artificiosa. Un disco purista lleno de adrenalina y, sobre todo nostalgia. Una nostalgia que dice: rock is not muerto al mejor estilo de Zeppelin y Sabbath, pero con harto rapeo a lo RATM.
17. Vampire Weekend – Only God was above us
Quien le sigue la pista a estos neoyorquinos sabe con certeza que desde sus inicios -¿2007?-producían buen indie en una época con hartísimos contemporáneos (Animal Collective, Fleet Foxes, Death Cab for Cutie, Deerhunter, Arcade Fire, YYY, Phoenix, The National...). Muchas de esas bandas ya no están activas y los VW siguen brillando en cada disco nuevo. Este me recordó a Belle & Sebastian y Ben Folds Five.
16. Tyler, The Creator – Chromakopia
Más allá de la ansiedad que representa para muchos raperos sacar nuevo disco, está el reto constante de autoregenerar la obra propia. Con TTC nos pasa en cada disco. Quizá en este estemos aproximándonos al futuro del hip hop, algo más conceptual que debe acompañarse de visuales como en un comic minucioso. Acá el personaje es vital, intimista y necesario. Su discurso narrativo conmueve. Las colaboraciones sorprenden. Gran disco.
15. Nathy Peluso – GRASA
La Peluso sigue creciendo y soltando fuego. Si Calambre (2020) tenía lo suyo, acá el eclecticismo que la caracteriza se desborda entre el folclore, diversión, el trap, la salsa, el R&B, el buen rapeo y la vieja nostalgia de los discos que la marcaron. Las participaciones son puntuales (desde Duki a C. Tangana). Le suman gran producción al concepto del álbum, que por cierto, es película y se puede ver a lo largo de las 16 tracks. Disco Grosso.
14. Kendrick Lamar – GNX
KDot nos ha mal acostumbrado a excelentes álbumes (para qué citarlos). Su soberbia para componer e interpretar es inmensurable. En el 2022 lo situé entre mis 5 favoritos. Este no es la excepción para el 2024, en el que Drake tuvo mucho que ver con el resultado: 12 tracks minimalistas en 44 minutos vengativos donde se respira en la nuca su fraseo. No es su obra maestra, pero sí un disco que se disfruta mucho (Nas, B.I.G.).
13. The Marias – Submarine
Aún recuerdo la primera vez que escribí de María Sardoya y su banda. Fue en 2018 para unas recomendaciones de música "suavecita" de verano. Yo estaba enamorado de la voz de María y su dreampop hecho con "cariñito". Ya ha pasado mucha música y giras y redes desde eso (Superclean Vol. I-II y Cinema del 2021). Para este abunda el sonido lo-fi sensual que los caracteriza, pero con todo el desamor "hundido" lirícamente. Gran disco.
12. Justice – Hyperdrama
Ocho años pasaron desde su último Woman (2018) del que no escribí mucho porque sus dos anteriores me parecían joyas histriónicas. Desde que anunciaron su regreso estuve pendiente. No decepcionó, aclaro, pero tampoco me supuso un superlativo en su discografía. Eso sí, dejando atrás la acelerada maratón de beats a la que nos han acostumbrado, acá hay madurez y destreza. Las colabs (Kevin Parker, Thundercat): 💯👍🏼.
11. James Devane – Searching
Hipnótico al mejor flow de Jon Hopkins -Inmunity (2013) y Singularity (2018)-. Pero también tosco, necio y brusco como James Holden. Si de la electrónica actual hablamos, creo que J.D. es una pieza contundente del rompecabezas. Sobreabunda el techno computarizado, pero en ese vaivén hay serpenteantes texturas (Autechre, Boards of Canada, Aphex Twin). Es caótico, pero rítmico. Es disruptivo, pero funky. Joya.
10. Charli XCX – brat
2022 dixi: "hay artistas que no desperdician su talento...", hablaba de su gran disco CRASH que revoloteaba incesante entre reminiscencia pop. Pero la nueva Charli viene con todo y este gran viral lo asegura. Es una luminaria de espontaneidad, frescura, experimento, ingenio, edm clubero, ecstasy vocal, cocaína trasatlántica, honestidad anti frugal, pop excesivo, verde manierismo, motomami fiestera. Una belleza regenerativa. Chulada.
9. IDLES – TANGK
Su anterior Crawler parecía emular un viaje catártico que desemboca en este nuevo experimento. Por momentos parece ondular entre un ensayo postmoderno musical y una forma visceral de rendir homenaje a los ídolos (The Jesus Lizard, LCD Soundsystem, Sex Pistols, Radiohead, por nombrar algunos). Pero lo que lo sostiene es el amor y la certeza del talento. Si bien Nigel Godrich hizo lo suyo, los IDLES brillan por si solos.
8. Charles Lloyd – The Sky will still be there tomorrow
En una época de autotune donde la música hecha por computadora y las exhaustivas grandes producciones (Bad Bunny, Beyoncé, Tarylor Swift) han tomado auge, se agradece un excelentísimo disco de buen jazz. Con todo el furor de un cuarteto y el sonido exquisito del saxo tenor (Parker, Coltrane, Getz, Young); el gran veterano Charles Lloyd a sus 85 años cumplidos nos trae esta belleza. Un diamante sutil del 2024. Hermoso.
7. Mabe Fratti – Sentir que no sabes
Hablar de Mabe me sale fácil. En cada álbum nuevo se nota su interés por innovar y seguir experimentando con cada textura que puede. En este Sentir que no sabes de apenas 42 minutos (quisiera más), toda la creatividad sonora de Mabe e I. La Católica se fusionan en un delicioso viaje sonoro. Las buenas críticas le sobreabundaron alrededor del mundo. No es para menos. Verlos en vivo es emocionante. Un disco vibrante.
6. The Cure – Songs of a Lost World
Siempre tendremos canciones que nos regresan a lo más oscuro que somos. Siempre tendremos un Dissintegration (1989) o un Faith (1981) que nos mostraron cómo hilvanar densidad con penumbra gótica. En este alucinante regreso de los ingleses más darks, una tierna letanía nos lleva al pasado que tanto nos gustaba de la banda. Remembranza a My Bloody Valentine por momentos, pero un GRAN disco. De lo mejorcito en años.
5. Fontaines D.C. – Romance
Adiós oscuridad punk. Adiós estruendo y arritmia. Para este nuevo disco de los irlandeses... la temática y la convulsión cambia. Brilla una madurez prismática que conecta con lo mejor de los noventa en conjunción con la exploración melódica, que bien les hacía falta. Sus tres discos anteriores me parecieron justos, sobre todo Skinty Fia; pero acá el nuevo reto de los Fontaines pareciera surcar buenos horizontes. Top 5. Discazo.
4. Cindy Lee – Diamond Jubilee
¿Mi "mejor" álbum del 2024? Hmm. Top 3. Dos horas incesantes de pura sabrosura sonora y deleite orgásmico para quienes sentimos la música como almohada o frenesí. No, no está en Spotify. Y eso lo hace de culto. Pareciera un disco "indie original" de los inicios. Un exquisito The Velvet Underground lo-fi enredado con lo mejor de The Beach Boys en loop y un Deerhunter onírico en lisérgico. Una belleza para esta era infame.
3. The Smile – Wall of Eyes
Después de un brillante debut con A Light for Attracting Attention en el 2022, el trío dinámico (Yorke, Greenwood, Skinner) nos sorprende con un hermoso álbum lleno de "preciosismo barroco" e instrumentalización desmesurada. En apenas 42 minutos, un vaivén sonoro con multiplicidad de instrumentos nos invita a la introspección, la reflexión y la inmersión en un profundo canvas de sonidos poderosos. Ocho temas exquisitos.
2. Jamie XX – In Waves
Hay sonidos que se reconocen a la primera. Es branding sonoro. Cada espasmo (house, dub, techno) y cada súperbajo en este nuevo álbum es evidencia de años de curadoría musical. Eso es Jamie XX: un artista de la fineza, del oído elegante, de la enciclopedia del club hasta al amanecer. Su mítico In Colour -¡hace ya 9 años!- definiría lo que es hacer electrónica bien producida, pero acá nos invita ir de vuelta a la disco. ¡Vamos, pero ya!
1. The Smile – Cutouts
Que los británicos hayan sacado 2 álbumes brillantes en un mismo año no es casualidad. Quizá estemos frente a una de las bandas más interesantes y prolíficas de las últimas décadas. Yorke y compañía tienen una conexión muy intimista que asusta. Ondular entre jazz, post punk y sicodelia es una fórmula que les da sustento. En cada track hay fórmula inmediata. Hay harta exploración sin cautela. La armonía y melodía son milimétricas. Es como si hubiese predemitación, pero solo son tres músicos divirtiéndose.
En resumen, estos son mis mejores discos 2024.
BONUS: Ezra Collective, Kim Gordon, Milton + esperanza, Trueno y Tyla. Cinco álbumes arriesgados y llenos de sorpresas. Desde jazz exquisito (Ezra) hasta trap funky bien bailado (Trueno), pasando por todo el estruendo transgresor (Kim), el afrobeat amapiano más sabroso del año (Tyla) y el encuentro brillante de dos generaciones talentosas (Nascimento y Spalding). Cinco muy buenos descubrimientos.
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